El libro de Torey “Just Another Kid” no es sólo otro libro. A pesar de que cada página ofrece otros misterios de perturbaciones emocionales, sex, alcoholismo, violencia y crímenes de cada posible dimensión, el lector sale de las experiencias sabiendo que el mundo puede ser un lugar lleno de amor, preocupación, un lugar caloroso y ordenado. Las diagnosis de los seis niños de este cuento – mutismo elegido, esquizofrenia, autismo, retardación mental – apenas sugieren la repugnancia de esa gente pequeña, que no quieren hablar, que evacuan sus intestinos cuando se les da la gana, que aullan y que masturban con la pata de una silla. Sin embargo, estamos incluidos de una manera tan intensa en cómo y cuándo van transformándose.
Y como estos seis jovenes muchachos y muchachas no bastarían, llega una madre perturbada a la clase. Ella es Ladbrooke, madre de Leslie que es autista, formidablemente elegante, seductiva, rebosando de belleza, pero al mismo tiempo una alcohólica, promiscua y extremamente hostil.
El centro de este libro es la amistad que se desarrolla muy lentamente entre Ladbrooke y Torey, mostrándonos que el amor puede presentarse en formas muy distintas. Ladbrooke requiere ser tratada como “sólo otro niño” en la clase. El título coloquial demuestra la moral del libro: se realiza cuánto más significado tiene la vida por el intercambio con otros. Y la memoria de esta notable profesora convence al lector que es un trabajo más retador en la educación, una tarea que hasta hace poco se tomó por insoluble, puede valer la pena de manera rica y creativa.
New York Reseña de Libros
¿Dónde están hoy?
Dirkie tiene ya más de treinta años. Seguía siendo incapaz de vivir independientemente, así que ahora vive en un albergue de beneficiencia que también le ofrece un trabajo.
Torey ya no sabe lo que le pasó a Mariana.
Leslie pronto va cumplir treinta. Se desarrolló bien, aunque todavía sea severamente autística, lo que significa que no puede vivir independientemente. Así que se queda en casa con Tom. Se acomodó bien y disfruta de la vida. Tom se casó de nuevo.
Torey no sabe nada más de Geraldine, salvo del que aún está en Irlanda del Norte.
Shamie tiene ahora más de treinta años. Ha vuelto a vivir en Irlanda del Norte y trabaja de funcionario administrativo. Manda el siguiente mensaja a los lectores:
Hola, estoy Shamie del libro JUST ANOTHER KID.
Me sentí muy honorado por Torey rogándome contribuir en su página web. Aquel año en su clase fue un año muy especial para mi vida. Estaba tan desorientado y tan perturbado cuando llegué a la clase de Torey, y allá había un lugar extraordinariamente plácido y lleno de aceptación. No pienso que hubiera sido capaz de volver a Belfast sin aquella oportunidad de crecer en esa seguridad durante aquel año. Quiero alentar a todos que se sienten solitarios, aislados o perturbados a pensar en lo importante que es saber que haya gente en este mundo que se preocupan por otros. Yo tuve la oportunidad de vivirlo. Espero también que otras personas tengan esta oportunidad. Nunca paren de probar. Siguen esperando ansiosamente. Vale la pena.
Shemona tiene más de 20 años hoy. Seguía viviendo en los EEUU. Solía trabajar en relaciones públicas pero hace poco cambió por trabajar en la enseñanza. Manda el siguiente mensaje a los lectores:
Hola. Sólo escribo para dejarlos saber a todos que estoy bien y que me instalé en una vida bastante agradable. Conseguí la Maestría en Educación. Sin embargo, no duré largo tiempo trabajando de profesora. Aparentemente eso no es para mí. Así que hoy día trabajo en una compañía de libros de textos, desarrollando materiales para la enseñanza. Me casé con mi novio hace cuatro años y tenemos una hija llamada Rosheen, que tiene dos años y medio. Y tengo otro «bébé» más, Ronnie (mi gato burmés). Pienso que eso es todo.
Ladbrooke ha vuelto a dedicarse a la investigación. Se divorció de su segundo marido hace algunos años. Ladbrooke y Torey siguen siendo muy buenas amigas.
Al principio no quería escribir nada para esta página. Cuando Torey me preguntó, me pareció ser una invasión de mi esfera íntima en una manera peculiar, como sí tenía que admitirlo todo otra vez, y en público ahora, qué malas han sido las cosas para mí en ese año, así que le respondí que sólo mandase mis saludos cordiales. Pero frecuentemente estaba de mirón en el message board, y muchass veces incluso solía volver a esta página, «nuestra» página, leyéndola repetidas veces porque me hace sentir como sí estuviera otra vez en aquel año, que no fue un año bueno para mí porque era un año duro y difícil, pero usted me entiende, ¿no? Parece que casi conocía esta página de memoria. Solía volver a leer lo que escribían Shamie y Shemona y pensaba «¡Quiero estár allí!» Quiero ser reconocida como parte de esa clase, porque también fue ‘mi’ clase.
Es difícil escribir algo de nuevo. Como dije antes, no siempre he sido una persona muy feliz. Cada uno que ha mandado mensajes a Torey para sus páginas sobre sus libros suena como sí ha logrado vivir una vida completa y alegre, y me gusta. Pero yo aún hoy estoy luchando un poco, y no me resulta fácil admitirlo después de tantos años. Pero así es la vida.
Así que pienso que sólo puedo repetir lo que ya he dicho antes: el mensaje más significativo a los que leen los libros de Torey es qué importante es ‘quedar pendiente’, de tomar el riesgo de incluso hacer cosas difíciles y duras en nuestra vida, de aprender a pensar de otras maneras, de entender el significado de ‘conectarse con la gente’ porque todos estamos separados y sólo al preocuparnos por nosotros formamos un conjunto. Torey solía decirme una frase favorita, una que no aparece in ninguno de sus libros, y pienso que en ésta se acumula todo lo que pasó entre ella y yo durante el proceso curativo. Siempre cuando las cosas eran verdaderamente malas, yo me sentía como basura y yo estaba convencida de que no llograría tomar otro paso más, Torey solía decir: “Sí, está duro. Está verdaderamente duro. Pero ‘duro’ no significa ‘imposible’.” Eso a mí me parece ‘cool’. Y todavía pienso que es una manera muy relajada de contemplar la vida, y aún hoy trato do ser así, día tras día…