¡Más nunca querías saber de Torey Hayden!
Entrevista por Megan Stone |
Megan
Torey llegó a nuestro colegio que se llama Brockside, y nos habló en la clase de la profesión de ser escritor, que es un curso de periodismo del 8° Grado. Cuatro de nosotros tuvieron luego la oportunidad de entrevistarla para nuestro periódico escolar.
Decidí hacer una entrevista algo diferente porque lo que se quiere saber de la gente famosa es algo de su vida personal. Se puede leer mucho del porque esas personas se hicieron famosas, pero no se puede aprender nada personal si no las encuentras en la persona, lo cual la mayoría de nosotros nunca logramos.
Entonces, ésta es mi entrevista personal con Torey Hayden.
MS: ¿Cómo eras de niña?
TH: Supongo que fui bastante agotadora. Era muy activa, muy curiosa y muy inclinada a meterme en todo, sólo para poder aprender cómo era. Además me gustaba ser algo diferente así que me daba igual si me presentaba como loca. Prefería estar sola muchas veces porque tenía una vida imaginaria muy extraordinaria.
MS: ¿Fuiste una buena estudiante?
TH: Fue OK. La escuela fue fácil para mí porque no tenía mucho interés. My abuelo me prometió el año en que cumplí 9 – esperando que me centraría algo más en lo que era importante – que me compraría un par de patines si lograra presentar las mejores notas. No lo lograba hasta el año en que adquirí mi Maestría (y no, faltó a su promesa).
MS: ¿Solías leer mucho de niña?
TH: Curiosamente, tomando en cuenta mi trabajo actual, no. Pienso que era así porque era una niña tan activa. No dudo por un momento que según el estándar de hoy me hubieran clasificado de hiperactiva. Me costaba estar sentada en un lugar por un tiempo y centrarme en algo como la lectura. Siempre sabía leer de corrido pero no disfrutaba de esa actividad hasta que cumplí los 20 años
MS: De todas formas, ¿tenías un libro favorito?
TH:Sí, tenía un libro absolutamente favorito que se llama BEAUTIFUL JOE de Marshall Saunders, tratando de su perro que tenía una vida muy dura y triste y que fue salvado por una señora muy simpática. Pienso que lo leía por lo menos una docena de veces cuando tenía unos 8 o 9 años.
MS: ¿Cuál era tu asignatura favorita en el colegio?
TH: No me acuerdo de haber tenido asignaturas que me gustaban más que otras. La combinación de profesor retador y asignatura provocativa me fascinaban más, así que solía variar de año a año. El el 9° Grado fue el Latín porque tenía un profesor interesante y pasé bien. Pero el Latín no me gustaba nada en el 10° Grado. En aquel año era aburrido.
MS: ¿Eras buena estudiante de inglés?
TH: Sí, era buena en inglés pero no me importaba mucho. Siempre trataba de ganarme notas buenas sin leer los libros. Temo que así fuese una fanfarrona bastante fastidiosa. Hace poco que encontré uno de mis profesores de inglés del colegio y me disculpé porque hoy lo siento mucho de cómo me portaba.
MS: ¿Tenías un apodo en el colegio?
TH: No precisamente. My nombre real es Victoria, así que de niña solían llamarme Vicki. No me gustó nada aquel apodo. No era “yo”. Además, fue un nombre muy popular y durante un año habían cinco Vickys sólo en mí clase. Como yo fui la única cuyo nombre real era Victoria, empecé a llamarme Torey a la edad de teenager. Me acuerdo de experimentar con gráficas diferentes por un período de seis meses antes de decidirme a ésta.
MS: ¿Te molestaban mucho en el colegio?
TH: No. De niña era bastante independiente. Mucho tiempo prefería jugar sóla, aunque también pasaba buen tiempo con mis amigos. Me acuerdo de niños que no me eran simpáticos y a los que yo no les gustaba, tampoco. Pero no me acuerdo de que me hubieran molestado. Era aquel tipo de niña que podía dar iqual que recibir.
MS: ¿Quién es el profesor del cual te acuerdas más?
TH: Habían muchos profesores memorables, sin embargo no todos ellos por razones favorables. Pero diría que es Anne Arnold, profesora de inglés en Montana State University/Billings. Como el inglés no me gustaba tanto, pero tenía que eligir dos clases de inglés para obtener mi grado en Arte Liberal, me decidí a inscribirme en un curso de verano en Billings porque me parecía la opción menos trabajosa. En aquel verano, Anne Arnold tenía unos 60 años.
Tenía pelo corto, gris, en el estilo de casco de un soldado prusiano. Tenía gaffas de un estilo hace cincuenta años, con una montura gruesa y negra. Una de sus piernas estaba en una tablilla, y andaba con una caña con la que solía pegarle a los escritorios ruidosamente. Y soltaba tacos. Como un marinero. Que era algo bastante sorprendido en aquellos días para una señora profesora ya mayor. Y al llegar a la clase el primer día, inmediatamente nos contó que nadie de nosotors nunca iba a lograr obtener la mejor nota, y si eso, o ella misma, o su estilo de enseñanza no nos gustaría, podíamos salir ya. A mí me sirvió como de bandera roja del toro. Porque había dicho que nadie lograría obtener la mejor nota, estaba loca por demostrarle exactamente lo contrario. Así escribí los ensayos requeridos para manifestarselo y así logré las mejores notas. Pero Anne Arnold no permitió desarrollar una lucha de poderes entre nosotras, lo que aparantemente me había gustado hacer con mis profesores anteriores. Un día me llamó a su oficina y me contó que sabía escribir muy bien y si jamás ¿algún día había pensado en desarrollar mis capacidades? Era la primera persona que me lo dijo así y a partir de ese momento se convirtió en mi patrocinadora más férrea. Siempre me he sentido muy agradecida por la parte que toma Anne en mi vida. Se volvía una mentora importante que, durante los años, me ayudaba desarrollar mi escritura hasta que se murió hace tres años.
MS: Si no hubieras sido profesora y escritora, ¿qué trabajo te hubiera gustado tener?
TH: Me hubiera gustado ser un astrofísico o un cosmólogo. Supongo que mi profesor de física del colegio perdiera sus dientes al oirme, porque tantas veces metía la pata en la clase. Pero de verdad estaba bastante bien, seguía leyéndolo en uni, y creciendo más, aprendí que esos eran los libros que más me fascinaban. Para responder a la pregunta de mis asignaturas favoritas puedo decir que las ciencias me han fascinados siempre en todas sus formas. No es tanto que me portaba bien en clase, ¿ves? Ni siquiera hacía mis deberes. Pero una vez pasada por esa edad fastidiosa de la adolescencia, me gustaba mucho este campo.
MS: ¿Cuál es tu miedo más grande?
TH: Hm. Es difícil. Hay modos diferentes para interpretar la pregunta. ¿Literalmente? ¿Para mí, personalmente? Morir, supongo. La muerte en sí no me da miedo, pero no me gusta mucho la idea de morirse. A un nivel más esotérico temo perder cosas que quiero, ya sea la familia, animales favoritos o cosas menos tangibles como la libertad, pero estoy trabajando para superar este miedo. No pienso que sea bueno tenerlo
MS: ¿Qué persona te entusiasmaba más?
TH: ¡Ay! Otra pregunta difícil. Como dije ya antes, solía ser una niña muy independiente así que no buscaba mucha inspiración en otras personas. Para contarte la verdad, era una figura imaginativa que me creé yo misma a los 4 años que me inspiró tratar de hacer casi todo lo que hacía en mi niñez y adolescencia. Esto formó gran parte de la personalidad que desarrollaba de adulta. Hoy pienso de esa figura como mi “hada madrina” porque sin ella nunca hubiera sido la persona que soy. Seguramente no referente a la escritura, como fue el ensayo de recordar aquel mundo que me hizo empezar a escribir. Así que con respecto a la “inspiración”, ella me la dió. Pero además he sido afortunada por tener algunos mentores en mi vida, gente que reconocía mis talentos que yo misma no siempre reconocía en aquel entonces, y que me guíaban a hacerme una persona mejor. Estoy en una deuda especial con alguien que se llama Roy Aichele de Walla Walla, Washington. Él me introdujo al mundo de la educación especial, una carrera que sin él nunca hubiera tomado en cuenta en el proceso de hacerme una bióloga. Además me ofreció cantidad de incentivo y la libertad de desarrollar mis capacidades cuando todavía era muy jóven y novata, y se lo agradezco muchísimo.
MS: ¿Quién es tu héroe personal?
TH: Albert Einstein. Me gusta su manera de pensar de modo tan creativo. Me encantan los “problemas del pensamiento” que desarrolló – ¡y resolvió! Y me he quedado impresionada por su sentido de responsabilidad moral. Es para mí el perfecto “héroe imperfecto”.
MS: ¿Qué tipo de carácter prefieres ver en otros?
TH: Puede ser estereotipado pero a mí definitivamente un sentido de humor.
MS: Díme tres cosas que van a sorprender a la gente, por favor.
TH: Hm. Hmmmm. Cuando tú seas mayor, vas a hacer una periodista desafiante. Bueno, número uno: Sé escribir y leer en escritura invertida. Sé leer hacia atrás o de abajo a arriba casi igualmente de rápido que de manera normal. Supongo que la mayoría de la gente no sepa esto de mí. La mayoría de la gente pudiera seguir viviendo sin saber esto. Segundo: Soy un “Trekkie”. Me enamoré de la serie “Star Trek” en aquel año en que enseñaba a Sheila y desde aquel entonces he sido una fanática. Incluso tengo un libro sobre los episodos y tres fotografías con autógrafos. Y tercero: Soy un “techie” (una aficionada de la tecnología) y soy tan conciente de volverme loca sobre todo esto. Me ocupo mucho con computadoras. Sé construirlas. De momento, tengo dos computadoras en casa, uno con un chip Xeon para hacer grafismo, y un Athlon. Estos nombres tendrán significado sólo para otros aficionados. Frecuentemente reparo las computadoras de amigos sólo para divertirme, lo que le enfada bastante a mi hija. Vamos unas 6.000 milas de vacaciones y ella se pasa leyendo todo el tiempo porque yo tengo mi cabeza en la computadora de algún amigo.
Entrevista de Johanna Pitt |
Johanna, igual como Megan, sentía que sólo valían las cosas personales, particularmente de los jóvenes de su edad (15).
Incluso quería saber cosas más extraordinarias.
JP: ¿Qué tamaño tienes?
TH: Poco menos que 5 pies 10 pulgadas, que corresponde a 1,77 metros para los que miden en metros.
JP: ¿Cuál es tu comida favorita?
TH: A mí me gusta mucho la cocina mexicana. Si tuviera que nombrar sólo un alimento, sería el aguacate.
JP: ¿Qué programas de TV te diviertan?
TH: No suelo ver la tele mucho. Cuándo tengo tiempo libre lo dedico a la computadora, como me fascinan tanto los juegos electrónicos. Lo que veo regularmente es “Star Trek: Voyager”. Y me gusta también “Buffy, the Vampire Slayer”. Tiene un buen guión. Me gustan los diálogos. Además, Sheena es una aficionada así que lo veo con ella.
JP: ¿Cuál es tu película favorita?
TH: “Star Wars”. Pienso que la he visto 26 veces. “Men in Black” puede ser la segunda, aunque sólo lo he visto dos veces.
JP: ¿Quién es tu actor favorito?
TH: Pregunta difícil… no pienso que haya sólo uno. Depende de la película en que se encuentran. Pero me encantan mucho las películas antiguas así que estoy fascinada por Jimmy Steward y Cary Grant. Y me gusta ver a Pierce Brosnan.
JP: ¿Quién es tu actriz favorita?
TH: Mi gusto suele variar de película en película. Cuando voy a ver una película, me gustan más las películas cómicas, relajantes, que no me hacen pensar. Así que tal vez al ser verdaderamente honesta en vez de darte una lista de actrices excelentes, dramáticas o poderosas, y pues digo: Julia Roberts, porque normalmente me siento bien después de haber visto algo de ella.
JP: ¿Te gustan las películas de terror?
TH: Sí, algunas de ellas, sí. Me encanta más la serie “Scream” que en mi opinión tiene mucha gracia.
JP: ¿Qué tipo de música prefieres?
TH: Soy una aficionada a la música clásica. Empezaba a interesarme la ópera cuando mi hija, a los 7 años, se obsesionaba por ella, y la sigo queriendo (aunque mi hija, mientras tanto, ha cambiado al gusto normal de un teenager). Admito también tener un gusto secreto por la “Country Music”, que es la música que me acompañó al crecer en Montana. Traté de desarrollar un gusto por la música rock pero no lo logré. Incluso de adolescente solía sólo fastidiarme.
JP: ¿Cuál es tu obra musical favorita?
TH: Una aria de la opera “Norma” de Bellini. Se llamá ‘Deh! Non voglieri vittime’ y yo pienso que todo en ella es maravilloso: la música, las palabras, y la atmósfera dada por la trama de acción de la ópera.
JP: ¿Quién es tu músico favorito?
TH: Maria Callas. Si me preguntas por alguién más moderno, admito que me gusta Shania Twain.
JP: ¿Cuál es tu olor favorito?
TH: La Lila.
JP: ¿Cuál es tu color favorito?
TH: Verde.
JP: ¿Tienes un animal?
TH: Sí. En mi familia nos gustan mucho los animales. Tengo un perro Labrador llamado Teddy y cuatro gatos muy queridos. Además cuidamos el Border Terrier, ya anciano, que se llama Judy, de mi suegro.
JP: ¿Cuál era tu sentimiento mejor?
TH: Me acuerdo de muchos sentimientos muy agradables. Pero supongo que el mejor era realizar que estaba embarazada con Sheena.
JP: ¿Cuál es el sentimiento peor, a tu ver?
TH: El luto. Este es el sentimiento más horroroso que hay.
JP: ¿Sabes hablar otros idiomas al lado del inglés?
TH: Solía saberlos mejor que hoy. Si no los practico mucho olvido fácilmente las palabras. Pero sé hablar bastante bien el alemán, galés y francés y los leo incluso mejor. Estoy estudiando italiano y japonés.
JP: ¿Te conectas a internet con frecuencia?
TH: Sí, casi todos los días. Los chats y tales cosas no me interesan tanto, pero me encantan los portales que alguna gente hace. Y como soy adicta a la información me encuentro en mi elemento, particularmente en las páginas científicas. Le doy lata a mi familia por contarles todos la detalles que aprendo.
JP: ¿Te buscas a tí en el internet?
TH: ¿No lo hacen todos? Pero sí, es buena manera de enterarse de cómo andan los libros y de responderles a las preguntas de la gente. Por eso produje mi propia página web porque de otra manera no me hubiera ocupado de eso.
JP: ¿Qué libro te gustó escribir más?
TH: Mi novela más reciente, THE MECHANICAL CAT. Tuve la oportunidad de explorar muchos problemas de los que siempre hubiera querido escribir, creando al mismo tiempo algunos carácteres (algunas figuras) interesantes. El problema de un libro de carácter real es que la acción, las personas etc. están fijas así que no hay mucha creatividad en narrar.
JP: ¿Quiénes son tus autores más favoritos?
TH: Pregunta difícil. Hay millones. Mientras no solía leer en el colegio, he madurado mucho entretanto y hoy día leo de manera insaciable, una mezcla balanceada entre ficción y no ficción. De las novelas reales me gustan las de Thomas Mann, Russell Hoban, Toni Morrison y Gabriel García Márquez. Mi escritora más favorita de obras reales es Loren Eiseley.
JP: ¿Cuál es el último y mejor libro que has leído?
TH: Acabo de terminar leer ‘EL JUEGO DE ABALORIOS’ de Herrmann Hesse. En mi opinión es uno de los mejores libros que jamás he leído.
JP: ¿Cuál es tu cita más favorita?
TH: Pienso que es un proverbio de Shaker: “Ahora es el tiempo de ser feliz. Aquí está el lugar para ser feliz. La manera de hacerse feliz va por hacerles a otros felices.”