El niño estaba tan pálido que hubieras pensado que era un fantasma. Una aparición. Algo insubstancial que podía desvanecerse por así. Su pelo tenía el color de luz de la luna, muy fino, muy liso, y su piel era blanca como la leche, con una translucidez mate, como cera.
Sí, de verdad era tan rubio que de cierta distancia parecía no tener ni cejas ni pestañas, y da la impresión de un estado incompleto que sólo servía para subrayar su aparición efímera.
“Miau” dijo el niño.
“Hola, Conor,” respondió James, “¿no quieres entrar?”
“¿Miau?”
Anotaciones de la autora
TOREY dice que aunque este libro sea pura ficción, lo escribía para explorar sus experiencias propias con la creatividad. De niña jóven tenía un mundo lleno de fantasías muy vivaces que se desarrollaba casi igual como el de Laura en el libro; y ese mundo la accompañaba hasta que cumplió 20 años y más. Dice que, igual como Laura, de jóven solía “volver loca a la gente” por crear escenarios y carácteres y por ponerlos de prueba a la vida real para comprobar que eran realísticos.
THE MECHANICAL CAT no fue aceptado para una publicación en inglés. Al rechazar la novela, su editor le dijo que no la querían publicar porque no cabía en ningún género de libros actuales. La describieron como “demasiado novelesca”. En reacción a eso, el libro fue publicado primero en Suecia y una semana después en Italia y Finlandia. Hoy día está publicado incluso en japonés y se ha convertido en un best-seller en todos esos cuatro paises.